El intendente Walter Chavez visitó el desarrollo turístico Parque Natural Itá Porá, emprendimiento privado localizado en la 4ta Sección Colonia Progreso a unos 20 kilómetros al sur de Bella Vista. El proyecto es impulsado desde la Fundación Ideas; una ONG socio ambiental que tiene como objetivo contribuir con objetivos de conservación de ecosistemas y educación sobre la temática.

Durante la visita oficial de la que participaron otras autoridades, el jefe departamental se involucró en el proyecto de la mano de los responsables del emprendimiento quienes explicaron que “Itá Porá está cofinanciado por el Programa de Pequeñas Donaciones  del Fondo para el Medio Ambiente Mundial.

El mismo abarca tres componentes: un vivero de árboles nativos para restaurar el ecosistema de una zona aledaña a la Reserva Paleontológica Toropí, Turismo Rural de naturaleza y capacitaciones con participación de viveristas, artesanos, feriantes, hombres y mujeres de la Colonia Progreso y zona del Toropí”.

La recorrida por el establecimiento enclavado en las altas barrancas de la zona goza de una vista privilegiada sobre el río Paraná y sus arroyos. La jornada fue oportuna para conocer dentro del proyecto, dos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para el 2030; el objetivo 15 de Conservación de los Ecosistemas Terrestres y el objetivo 4 de Educación de Calidad.

“El vivero cuenta con aproximadamente 6.000 plantines de árboles de Lapacho negro y amarillo, Sauce, Ingá, Jacarandá, Ibirá pitá, Pindó y Ceibo para ser donados a instituciones y también para la venta al público.

El proyecto busca mejorar la relación del ser humano con la naturaleza y crear conciencia de la importancia de encontrar nuevas maneras de vivir para preservar nuestros ecosistemas para las generaciones presentes y futuras poniendo en valor la cultura local y los saberes de los pobladores de la zona”, indicó María Ivonne Briend como propietaria y guía.

Recorrer el lugar les permite a los visitantes apreciar los distintos estadíos de la producción de árboles nativos en vivero y retoños a campo, recorrer senderos  disfrutando del contacto con la naturaleza, los notables paisajes y los atardeceres sobre el Río Paraná.